El pasado 1 de Septiembre el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana (Mitma) inauguró el Enlace de la Autovía del Baix Llobregat (A-2) y la Autopista AP-7 en Castellbisbal, (Barcelona). El nuevo enlace discurre por los Términos Municipales de Sant Andreu de la Barca, Castellbisbal, El Papiol, Pallejà, Corbera de Llobregat y Sant Cugat del Vallès. Las obras han tenido una duración de 14 años, un presupuesto de 88 M€ y suponen una infraestructura clave para el desarrollo económico del Área Metropolitana de Barcelona. El enlace tiene una capacidad de 40.000 vehículos diarios y enlaza dos vías con una intensidad de tráfico de más de 200.000 vehículos diarios. Esta obra facilitará el transporte de mercancías de Norte a Sur y reducirá el tráfico “de paso” de los vehículos que hacían la conexión a través de los polígonos industriales de la zona, evitando un tedioso rodeo de 12 km por carreteras comarcales, algunas de ellas saturadas de tráfico y con un alto índice de siniestralidad, como la C-1413.
El nuevo viaducto se empleará para circular más cómodamente en ambas direcciones: por la A-2 (desde Lleida) hacia la AP-7/B-30 (sentido Girona), y movimientos inversos entre la AP-7/B-30 (desde Girona) hacia la A-2 (sentido Lleida). Estas vías son dos de los ejes viarios más transitados de Catalunya. El nuevo enlace consta de un viaducto de 850 metros que cruza la A-2, el río Llobregat, la riera de Rubí y varias líneas de ferrocarril, además de 2 pasos superiores, 1 paso inferior, 3 ampliaciones de pasos inferiores, 2 marcos para obras de drenaje transversal y 29 muros de contención.
